El Walter Mercado de su tiempo
Escolástico procedía de San Juan de la Maguana y vino a residir a Padre Las Casas a la edad de 12 años. Desde ese entonces, hasta su muerte, vivió aquí.
Ejerció el magisterio, siendo maestro en diferentes localidades: Monte Grande de Barahona, Orégano Grande, La Sabana de San Juan, y por ultimo en Los Guayuyos de Padre Las Casas.
En Padre Las Casas y Los Guayuyos vivió aproximadamente 46 años, y fue ahí donde desarrolló su habilidad para predecir el futuro de las personas a través de la lectura de la palma de la mano práctica profesionalmente conocida como la quiromancia.
Escolástico era una persona muy solicitada, especialmente por el sexo femenino, para que les leyera la mano. Él, con un aire de misterio, tomaba la mano de la persona en cuestión y le recitaba sin vacilar ni titubear lo que veía en su mano.
Lo primero que preguntaba a la persona haciendo la consulta era su mes de nacimiento y, de acuerdo al mes, le decía el mes de su futuro y su muerte. Una de las cosas que decía al leer la mano era “eres una persona despreciativa y mortificadora en el amor", o, “tienes buena suerte en el amor pero eres traicionada por los amigos”.
Según él, el mes del nacimiento de la persona determinaba el mes de su muerte y algunos rasgos de su personalidad.
Las personas de la generación de Escolástico lo recuerdan muy bien y lo describen físicamente como un hombre bajo de estatura, de color de piel apiñonada (indio claro), de orejas grandes y nariz fina, ojos grandes y de modales suaves.
Muchas personas lo recuerdan por ese “don” de predicción, pero también por ser una persona sencilla, humilde e inofensiva.
Escolástico forma parte de Nuestra Historia por ser el primer quiromántico de Padre Las Casas, el Walter Mercado de su tiempo.
Fuente de datos: Emilia (Miriam) Ramírez (su esposa de entonces), Elisea Parra, César (Tato) Devers.
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