Conozca Nuestra Historia

Sobre Este Espacio

La voz Tubanera abre un espacio para ir publicando algunos personajes que de una manera u otra hicieron historia en nuestro pueblo y que su vida es desconocida por las generaciones más jóvenes.

Nos referimos a esas personas cuyos nombres llevan calles, o instituciones, o aulas de las escuelas de nuestro municipio.

Desarrollaremos este espacio en la medida de lo posible, es decir, hasta donde podamos investigar con cierto grado de fiabilidad y mientras encontremos personas que nos puedan ofrecer las informaciones pertinentes.

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sábado, octubre 3

Juan Antonio Rodríguez

(1881-1983)



Oriundo de Comendador, (Elías Piña). Juan Antonio es huérfano de padre y madre. Su madre murió cuando lo estaba dando a luz y fue criado por una señora llamada Faustina Rodríguez quien lo crió como su verdadero hijo.

Cuando contaba con seis años de edad su madre Faustina contrajo una rara enfermedad. No podían contar con un médico pues Juan Antonio nos dice
"cuando eso existían poco o nada doctores si por decaso lo hubiere era en un pueblo mas grande y había que caminar cienes de kilómetros a caballo 3 ó 4 días para llegar. El médico decía al que iba lo que el enfermo tenía y le mandaba la medicina que se suponía salvaba o no al enfermo”.

Como no podían obtener los servicios de un médico entonces visitaron todos los sabios conocidos y todas las respuestas eran negativas. Hasta que se decidieron visitar al maestro Liborio. Se tomaron dos días para llegar de Las Matas a San Juan de La Maguana, en la Maguana arriba en el Naranjo donde operaba la hermandad del maestro Liborio. La enferma, según nos dice Juan Antonio que dijo Liborio, estaba muriendo pues tenia un embarazo de14 meses y se estaba pudriendo, ya hasta le salía mal olor.

Liborio les dijo a los familiares de la enferma que la acostaran y se despreocuparan que a las seis de la tarde estaria colando café y bailando barsie. Se retiró Liborio y cuando le pareció vino la tocó por el dedo mayor y le canto un cántico que dice 'es, es, es por los siete sacramentos. Es, es, es, por los siete mil milagros. Es, es, es por los siete llaveros. Es, es, es por los siete contornio. Es, es, es Padre Hijo y Espíritu Santo. Es, es, es'. Y la llamó 'Faustina, Faustina, Faustina, levántate pendeja que tu puedes ir a la cocina a colar el café de la ronda que tu va a bailar a las seis'. Dicho y echo la mujer a colar su café y a bailar su ronda, sana de todo.

Sigue Juan Antonio relatando otros detalles de la Hermandad de Liborio que no hay para que ponerlos aquí pues no es de Liborio Mateo de quien estamos hablando, pero hacemos esa reseña porque parece ser que de ahí es que le vino a Juan Antonio sus poderes, al presenciar estos actos a la temprana edad de seis años y seguir conviviendo con su madre por mucho tiempo dentro de la hermandad presenciando actos poderosos que según él mismo lo deja escrito con lujo de detalles.

Para el 1918 Juan Antonio salió de Comendador en busca de sus familiares que se suponía estaban entre San pedro de Macorís y la Romana. Mientras, trabajaba en los bateyes. En una ocasión se vio envuelto en un fuego donde no había escape, ya estaba ciego (digo yo seria del humo y del calor) y a punto de morir, entonces aclamó a Santa Lucía y le prometió que si le devolvía la vista se convertiría en su esclavo (su devoto), misionero para toda la vida hasta su muerte.

Vivió en diferentes sitios como en el Palmar del Yaque, y Boca de los Ríos. Para 1936 vino a vivir en Villa Ocoa donde hizo un calvario (una o varias cruces rodeada de piedras). Celebraba aquí la fiesta de Santa lucía de la cual se hizo devoto conforme a la promesa hecha. En 1940 se trasladó a Los Naranjos, sigueindo con su tradición del calvario, celebración de las fiestas de Santa Lucía, entre otras cosas.

Años después entre, 1959 y 1960, viene a residir a Padre Las Casas donde vivió hasta su muerte en 1983.

En Padre Las Casas hízo su casa por el Barrio Lima Profundo, cerca de la casa de Leonidas Veloz (Nonin). En un cerrito próximo a su casa fundó su calvario siguiendo su tradición de la celebración de las fiestas de Santa Lucía. Tanto al calvario como a las fiestas asistía mucha gente creyentes y/o devotos de la santa y otras solo por curiosidad. En estas fiestas se tocaba los palos, se cantaban salves, y se hacía el rosario entre otras actividades propias de esas celebraciones. Se hizo tan popular ese lugar que se le llegó a conocer como La Cruz de Juan Antonio, pero el nombre real puesto por el propio Juan Antonio era “El Cerrito de la Maguana

Caminaba Juan Antonio gran parte del país en penitencia siendo acompañado por muchos creyentes y llevando como estandarte la imagen de Santa Lucía y Serie 1.
Serie 1 se refiere, según sus, hijas las señoras Dominica y Felicia, a la imagen de Jesús el Buen Pastor.

Juan Antonio no fue comprendido ni aceptado por toda la gente de su época y por eso muchos lo tenían por loco. Pero como nos dicen sus hijas él fue una especie de profeta en su época, pues predijo muchas cosas que luego sucedían y advirtió a muchas personas de peligros logrando salvarse al hacerle caso.

Según nos cuentan Digna German y Flerida Rodríguez, vecinas de Juan Antonio, éste fue el primero en introducir la cultura del toque de los palos y la fiesta del espíritu santo en esta región. Para hacer sus celebraciones se vestía de manera especial, de color marrón o de ble; se colocaba un paño en la cabeza ya fuera de color rojo o blanco, o según ameritaba la celebración.

Realizaba constantes peregrinaciones a distintos campos y pueblo del país llevando la imagen de Santa Lucia, la Serie 1, y dos palomas blancas hechas de palo. Le seguía una gran multitud. Dicen estas señoras que él nunca practicó brujería, ni ensalmo ni nada parecido, que solo cantaban salves, rezos, y cosas por el estilo, y que profetizó muchas de las cosas que ahora están sucediendo.

Lo cierto es que Juan Antonio con su hermandad hicieron historia en nuestro pueblo y en los campos aledaños. Todavía en Los Naranjos se celebran las fiestas a Santa Lucia con su toque de palos y todo y viene gente de diferentes partes a celebrar. Juan Antonio bautizó la cruz de los Naranjos con el nombre de “Las Tres Cruces Niñas de Líneas”, lo que indica que en lugar de una cruz eran tres, como generalmente se formaban los calvarios.

Tambien hizo un calvario en Las Lagunas de Caña Castilla; a ésta cruz le puso el nombre de “La Cruz del Medio Brazo”. También camino a Villa Los Indios en el cerro llamado El Cerro de Aurelia puso su cruz. Seguro que esta tiene su nombre pero el tiempo y el desuso ha hecho que caiga en el olvido y el nombre no se recuerda.

Aun existe el cerrito (el Cerrito de la Maguana) y la cruz de Juan Antonio y regularmente su hija Cadin hace celebraciones parecidas a las que hacía su papá en este sitio en honor al padre.
La foto muestra la Cruz de Juan Antonio como testimonio inmutable de esa época, de esa cultura y de Juan Antonio Rodríguez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Madre de dios¡¡ Pedazo de documento, de donde sacaron esto, yo quiero saber mas de esa epoca y la historia de mi pueblo de quien es esa memoria..¿?


V. Anyeli segura

Anónimo dijo...

PUES TE DIRE QUERIDA MIA K ESE PEDAZO DE DOCUMENTO COMO DICES TODO LO ESTA ESCRITO PASO EN REALIDAD TIENE ALGUNA DUDA PREGUNTA A LA SEÑORA DOMINICA Y ALCADIA RODRIGUEZ ELLAS TE DARAN LOS DETALLES